El filme que se presenta en la 58 Muestra Internacional de Cine, es el más reciente opus del director armenio Atom Egoyan, con un cast discreto en el que encontramos a personalidades como Kevin Durant , Alexia Fast, Mireille Eno, Rosario Dawson y Ryan Reynolds. Un thriller que gira sobre el tema del secuestro y la forma en que este termina por afectar de manera psicológica a los involucrados, sin embargo éste que no termina siendo sólido, en lo personal pienso que la selección de este año de la Muestra tuvo que ser más cuidada y mostrar mayor calidad, pero ese es otro tema, como sea aquí la reseña.
Matthew padre de Cassandra, en el trayecto de la práctica de patinaje de su hija a la casa que habitan, se estaciona en una tienda para comprar un pastel, mientras que Cassandra espera en el auto. Todo parece normal hasta que Matthew, al regresar se da cuenta de que su hija no está en la camioneta, lo cual detona la búsqueda de la pequeña por un grupo de investigadores enfocados en crímenes infantiles, en específico de los pederastas.
Lo primero que podemos reclamarle a la cinta es que tarda mucho en llegar al momento clave del desarrollo de la historia, esto en otras películas no sería un error, vaya a veces los giros que componen y dan forma a una película aparecen al final de la cinta, sin embargo aquí, en el caso específico de Captive, desde los primeros minutos y hasta la parte del secuestro son momentos que el espectador dejará de lado ya que no le dicen nada de la trama, es decir no hay una línea argumental definida. (Una segunda revisión se hace obligatoria)
Por otro lado el filme, se desarrolla en varios sentidos, el primero es la búsqueda de la infante por parte de sus padres, en una elipsis notable, observamos el paso de ocho años desde la perdida de Cassandra-, en segundo plano narrativo están los investigadores encargados del caso, que en un absurdo nos cuentan las habilidades de todo el equipo, como si se tratará de una cinta que versará sobre ellos, para que al final sólo dos de éstos estén implicados en el caso. Y el último escalafón en que se desarrolla la cinta es a través de Cassandra y su raptor, quien pasados ocho años han entablado una relación de ayuda en la cual la secuestrada ayuda a incorporar a nuevos niños en las filas de este pederasta
Ahora bien, ya que observamos las líneas en que se desenvuelve el metraje, con decepción les digo, que ninguna de las tres termina de cuajar, ninguna es lo bastante sólida como para que el espectador sienta empatía por alguna de las historias, la situación de los padres queda de lado, y la ola de misterio que envuelve este thriller está más que rebasado por la destreza del director al contar la historia. Hay momentos temporales que no se explican, ni se pueden explicar a partir de la imaginación del espectador. Como ese momento en el que después de una cena de premiación un personaje desconocido rapta a uno de los personajes principales y al final no sé sabe ni por qué ni para qué hizo semejante acción. Vaya, momentos así inician y terminan la cinta.