Trilogía Before…

LA TRILOGÍA BEFORE… (1995-2013)

2

Nota del editor: Este texto fue publicado en Diciembre de  2013 en revistavaguedades.wordpress.com

Está por terminar el 2013 y parece meritorio recordar Before Midnight, última entrega de la trilogía romántica de Richard Linklater (Waking Life, 2002; Bernie, 2012) con la cual concluye la historia entre Celine y Jesse. Y es que entre Before Sunrise (1995), Before Sunset (2004) y Before Midnight tuvieron que pasar dieciocho años, tiempo en que Linklater le dio una madurez a la saga tanto en su forma narrativa y como en los personajes; esta madurez es a la vez reflejo de su vida misma.

Pero si usted no ha visto esta serie de cintas, no hay de qué preocuparse, pues la premisa inicial es muy sencilla: Celine (Julie Delpy) y Jesse (Ethan Hawke) se encuentran de manera fortuita en un viaje de tren que sale de Budapest rumbo a Viena. Jesse debe bajar en Viena y en un momento de seguridad y audacia pide a Celine  que baje con él. Así inicia este romance.

Before Sunrise es audaz, rápida y encantadora; propia de la juventud de los protagonistas y del director. Filmada con largas secuencias, sucede que en algunas ocasiones es casi imperceptible el corte de toma. Asimismo, los diálogos se prolongan tanto que podrían hacerla pesada, pero el director logra sortear este inconveniente de manera eficaz. Linklater ofrece un elogio al amor adolescente; da importancia a los momentos, a las fracciones de segundos, a los pequeños detalles para sobrellevar cada momento y mantener al espectador sintiendo una empatía instantánea.

El encuentro fortuito termina al amanecer con incertidumbre, pues todo ocurre en sólo veinticuatro horas. Al momento de separar sus vidas prometen volver a verse dentro de seis meses. Si lo hacen o no, a cada quien le corresponde descubrirlo.

3

Por otro lado en Before Sunset; Jesse y Celine toman los escenarios parisinos para seguir con estos efímeros encuentros. La capital francesa es el lugar que recorren ya sea situados en un café, por las calles, o en un paseo en barco por el Sena. Aquí las secuencias son aún más portentosas, sus vidas han tomado caminos distintos, y su pasado es recordado a cada instante por la lejanía emocional que pudiese haber logrado la primera película; es decir, aquí en la segunda entrega el tema de amor está implícito. Hay una fe, nada sexual pero sí muy fuerte en otro sentido. Es por así decirlo, la representación de una atracción madura, en la que las circunstancias impiden el derroche de pasión.  De nueva cuenta el cierre, antes del atardecer, fue estremecedor.

Before Midnight, la tercera y última entrega, es también la mejor. En otro cierre estupendo, Linklater nos muestra, como les mencionaba al principio, que ha madurado. Se da el tiempo para hacer de esta entrega algo inesperado. Cuando inició esta serie de cintas, el director tenía apenas 35 años y comenzaba a poner en práctica el juego de diálogos y secuencias románticas fáciles. Ahora con 53 años, deja de lado el camino simple y somete a sus personajes -y a él mismo- a un examen de conciencia.

Más honesta y arriesgada, Before Midnight parece tener el final más emotivo e incierto, a ninguno de nosotros se nos hubiese ocurrido. La inocencia de la primera parte y la incertidumbre de la segunda hacen del realismo de esta tercera su punto fuerte. Celine y Jesse ahora son adultos con responsabilidades que no les permiten tener esos sueños idílicos y proyectos de vida que tuvieron en la primera entrega; ahora pesa el físico, pesan las expectativas que uno pudiese tener del otro y pesa también el camino recorrido.

Ahora a la distancia, al pasar de los años, uno se da cuenta del cambio que hay entre cada película. Ya no hay lugar para la fantasía. El cuarto de hotel funciona como escenario para el climax de este filme. No queda nada del parque de Viena o del café parisino. La quietud y la calma hacen de esta habitación lo más excéntrico que existe en sus vidas.

Las caminatas por Grecia hacen de éste el lugar sobre el cual la pareja debe afrontar un momento clave en sus vidas, sus diversos problemas: El costumbrismo suplantando al amor, la frustración personal derivada de la gracia de ser madre, la intolerancia de lo que la vida en pareja ha generado. Mientras Jesse trata de recordar esos momentos en París, lo que él fue, el escritor audaz y atrevido del que Celine se enamoró, Ella intenta retomar su vida como profesionista, ser lo que tal vez la vida en pareja le arrebató.

Cada película representa una etapa en la vida, en el amor; un desenlace que se acomoda a cada espectador, por lo incierto que puede ser y que nos permite no sólo soñar con un futuro en esta historia que no da lugar a lo idílico, sino colocar en esta última entrega un peldaño aún mayor a Celine y Jesse: el peldaño de la realidad.Estamos ante una serie de películas que como trilogía son de lo mejor que se haya logrado en la historia del cine porque aborda el tema del amor de una manera única; lo digo con arrojo y sin salvedades. Sin duda, luche por ver estas cintas.

1