ELLA (2013)

her-poster

El quinto largometraje de Spike Jonze plantea un concepto interesante sin embargo la ejecución es decepcionante. El mayor mérito que se le puede otorgar a dicha cinta es la estética y la ambientación. Más allá de eso lo demás deja mucho que desear.

La historia está situada en Los Angeles en lo que parece ser un futuro no muy lejano,  narra la historia de Theodore Twombly (Joaquin Phoenix), un creativo que trabaja en una agencia escribiendo tarjetas de ocasión, Theodore ha terminado recientemente su relación de pareja, y tras tener conocimiento de un nuevo sistema operativo decide hacerse de él. Dicho sistema operativo funciona de manera personalizada; por lo que adquiere “vida” con una sensual voz, y lleva el nombre de Samantha (Scarlett Johansson). Así comienza ésta historia de “amor”.

Hoy la mayor parte de los individuos con acceso a internet, medios digitales o avanzadas tecnologías comienzan hacer de las facilidades tecnológicas necesidades cotidianas. Esto no es nada nuevo, la base de la economía es crear necesidades. Pero ¿Qué pasa cuando el control de las necesidades degenera en una obsesión?

Como dije al inicio Jonze tiene un planteamiento bueno, un argumento sólido, en el primer subtexto de la película es fácil descífralo las tecnologías de hoy día te acercan a quienes tienes lejos y te alejan de las personas cercanas. La premisa anterior se ha visto expuesta en ejercicios como el documental y posterior serie de tv Catfish que tiene la finalidad de contactar a personas de manera real después de “conocerse” vía Facebook; lo anterior se ve reflejado de la siguiente manera en el filme:

  1. La cita con Amelia que resulta ser destroza para Theodore, es la primera prueba del alejamiento a los humanos, rehúsa de una relación física y regresa al confort de la soledad y los videojuegos. Lugar donde sabe que pase lo que pase siempre puede volver a empezar.
  2. La reunión sexual que organiza Samantha es el momento claro en donde Theodore rechaza el placer físico por el confort tecnológico de Samantha. Más allá de la pureza que la chica contratada para el acto sexual quiere atribuir a dicha situación, la fantasía se vuelve de mal gusto.
  3. De entre todos los personajes de la cinta hay dos sumamente interesantes y que fungen como contrapartes; Amy (Amy Adams) quién es la mejor amiga de Theodore y Catherine (Rooney Mara). La primera comprende y apoya totalmente a Theodore porque ella también pasa por una situación similar con un OS. La segunda desaprueba totalmente la relación que el creativo de tarjetas ha comenzado con el sistema operativo. Y aunque su participación es escasa en la cinta, la escena de la comida con Catherine su ex esposa es quizá lo más sensato de la cinta. Es decir su ex pareja, le dice lo patético que es; pero Theodore nuevamente rechaza una opinión humana.

Digo que es lo más sensato por lo siguiente y vuelvo al inicio; la ejecución de Jonze es débil, cuando debe de ahondar en problemáticas, no lo hace. Ejemplo de lo anterior es la escena en la cabaña en donde Samantha y Theodore discuten; claramente el sistema operativo ya está insatisfecho con el humano, el humano ya no llena las expectativas de la máquina, éste deja de ser “interesante”. Lo profundo y filosófico que esta premisa puede exponer se queda ahí. Momentos después y tras la confesión de los centenares de “hombres” a los que Samantha ama es muy complejo; y vuelve a quedar varado en una premisa. El concepto actual de amor  que tenemos hoy día queda cuestionado y desecho con esa escena y no pasa nada. Se vuelve inconsecuente.

¿A qué grado podemos llegar a estar necesitados de afecto? Por lo que Jonze pregona en su película es bastante, porque seamos sinceros: en ocasiones hay personas que cuando tienen alguna discusión de pareja no lo soportan y deciden solamente apagar el teléfono, cerrar la conversación en Facebook o simplemente ignorar a quien nos habla, pues bien, en el largometraje de Spike Jonze; Theodore tiene una discusión de pareja con el sistema operativo, la situación más allá de causar una impresión de asombro en el espectador causa una especie lástima. Se vuelve patético. ¿Por qué Theodore lo soporta? ¿A ese nivel de necesidad de afecto hemos llegado?

El rango actoral de Phoenix, no es exigido en lo más mínimo, cumple y eso es suficiente, la particular estética en la cual está inserta la cinta es loable. Sin duda este no es el mejor film de Jonze; ni siquiera cercano a otras obras de su filmografía pero quizá este sea el ensayo de otras ejecuciones que podrían ser  más fructuosas.

Deja un comentario