Fading Gigolo es el quinto largometraje del actor convertido en director Jhon Turturro (Passione, 2010-Romance and cigarettes, 2005). Como predica el dicho “No hay quinto malo” eso pasa con la comedia de Turturro no es mala pero tampoco es un trabajo estupendo. La película no pierde tiempo, desde la primera escena podemos observar un dialogo entre Floravante (Jhon Turturro) y Murray (Woody Allen) en el cual el personaje del prolífico director le cuenta cómo éste ha tenido una charla con la Dra. Parker (Sharon Stone) en la cual ella le ha contado que tiene la fantasía de hacer un trio con su novia (Sofía Vergara).
La cinta es una comedia, sí chistosa, sí ingeniosa, sí interesante, pero desde mi punto de vista no logra sentirse homogénea. El largometraje decae pasada la primera mitad; y se vuelve a levantar llegado el final; la conclusió deriva de una sub-trama con Vanessa Paradis en el papel de Avigal una judía viuda que es frecuentada por Floravante; siendo esta situación la que sea consecuente del final de la historia; el cual no me terminó de convencer por el camino fácil que toma.
Se ha hablado para quienes ya vieron el filme de lo mucho o poco que Woody pudo haber tenido participación en la película- más allá de su actuación; que desde To Rome with love (2014) no veíamos en pantalla-. Bueno, aunque al inicio se siente como una película de Allen pues ésta es una comedia dialogada- como a las que nos tiene acostumbrado Woody- con el paso de los minutos podemos reconocer en diferentes encuadres y en el uso de las cámaras que en verdad no es un filme de Woody; hay una marcada diferencia en la música: es inusual en la filmografía de Allen utilizar pistas tan variadas.
Por último ver juntas en una misma cama Sharon Stone y Sofía Vergara parece ser una fantasía cumplida para quienes son fans de este par de mujeres- yo sólo lo soy de Stone- quienes cumplen con su registro actoral; aunque claro Sofía Vergara vuelve a actuar de Sofía Vergara; ¡que ya le cambie! Fading gigolo es una comedía para pasar un rato agradable; siempre ver a Woody Allen en pantalla es una experiencia que anima al espectador; nada despreciable. Divertida en su conjunto.
CINE CAPITAL 