(Da click en la imagen para escuchar el soundtrack)
La película dirigida por Stephen Chobsky es una adaptación de su libro homónimo que fue publicado en 1999 por MTV Books. Chobsky logra retratar de una manera muy loable una etapa muy difícil de cambios y experiencias nuevas en la adolescencia. En su conjunto es una hermosa pieza dedicada a la memoria de todo adolescente moderno. Una oda a la juventud.
La premisa inicial de la cinta nos sitúa en los años noventa, en donde Charlie (Logan Lerman) inicia una nueva etapa en su vida: su ingreso a la preparatoria. Así su primer día inicia con lo que pareciese ser un presagio fatídico, no sólo es considerado el ñoño en su clase sino que hace de su profesor de literatura su primer amigo. Así de mal. Sin embargo por azares del destino en un partido de futbol americano se encuentra entre las gradas a su compañero de clase Patrick (Ezra Miller), y en un fortuito acontecimiento a la belleza de Sam (Emma Watson). Quien no sólo se vuelve su amiga sino una compañera sentimental entrañable.
Es gratísimo lo que Chobsky hace con los alcances de la cinta, que pareciese tener una narrativa convencional pero con base en la emotividad y un punto de vista muy particular retrata momentos muy significativos en los adolescentes contemporáneos – y no tan contemporáneos- . momentos como el primer acercamiento a las drogas, el primer beso y el primer amor, o bien refleja la importancia de los valores como lo es la confianza o la solidaridad; es un pieza cinematográfica que nos hará recordar vivencias personales que quizá no sean tal cual como en la cinta pero que sin duda conectan con el espectador.
Hay un gran acierto en la banda sonora -que para mi es lo mejor de la cinta- la cual abarca desde The Smiths, pasando por Sonic Youth y llegando hasta el mismo señor de señores David Bowie con su legendaria “Heroes”. Canción que es el standarte principal de la cinta en una escena liberadora sobre la camioneta del grupo de amigos. Bellísima.
Charlie personaje introvertido y tímido interpretado por Logan Lerman a quien hasta ese momento ya habíamos visto en Percy Jackson y el ladrón del rayo; logra resaltar al personaje de Charlie, haciéndolo muy cercano al personaje del libro. Aunque cabe aclarar que en el libro el personaje es mucho más sentimental que en el filme. Por su parte Ezra Miller si ya en We need to talk about Kevin había demostrado con creces su capacidad histriónica acá lo vuelve hacer, en un registro perfecto. En lo que respecta a Emma Watson vuelve a estar en un papel similar a lo que habíamos visto en la saga de Harry Potter. Si ya nos habíamos acercado a ella como estudiante, siendo el objeto de deseo del protagonista en turno acá vuelve a caer en un papel similar, está en una zona de confort pero no por ello lo hace mal.
En su conjunto la obra de Chobsky es un trabajo bello en cuanto a la fotografía; sí con unos traspiés que quizá no terminan de funcionar del todo bien, cómo lo es el asunto de Charlie y su tía; o bien que todo termina en un final feliz agradable para todos los gustos. Pero no por ello voy a demeritar este ejercicio esplendido en dónde se condensa una etapa de transición muy específica en todo adolescente de hoy día.
CINE CAPITAL 