Nota del editor: El primer acercamiento que tuve al cine de Wong Kar Wai fue hace un par de años, sin saberlo, cuando vi Eros me había confrontado por primera vez con un autor que marcaría mi modo de ver el cine. En las siguientes publicaciones me dedicaré escribir sobre sus películas, ojalá abarque toda su filmografía que éste fin de semana terminé de ver.
El sello estilístico de Wong Kar Wai está ahí, es inconfundible. La obra en sí es la breve historia de Elizabeth/Lizzy/Bett (Norah Jones) después de un rompimiento amoroso, el cual la lleva a una búsqueda de nuevas experiencias y respuestas a los cuestionamientos que tras aquel hecho le viene a la mente.
My blueberry nights (2007) fue la novena cinta del director hongkonés y la primera hecha con un reparto anglosajón (Jude Law, Natalie Portman, David Strathaim, Rachel Weisz y la ya mencionada Norah Jones), dicha cinta fue muy mal recibida por la crítica norteamericana, yo no lo entiendo. Está claro que no es la mejor película de este autor sin embargo tiene puntos destacables. Wong, para quien no lo conoce, es un autor que siempre toca los temas de las relaciones fallidas, los distanciamientos, frustraciones, encuentros y affaires. Siempre con un sello estético extremo.
La ejecución de la cinta es buena, aunque el inicio quizá es excesivo en su afán de marcar el estilo de la cinta, seguramente el director lo hace para que el público que no conoce su obra se familiarice pronto con él. Así,Wong Kar Wai hace un uso demasiado frecuente de estilemas que definen sus películas, las cortinillas del tren de New York y el constante uso de la esplendorosa banda sonora son ejemplo de lo anterior; me resultó asfixiante en un primer momento, corta el ritmo, contrariamente con lo que el uso de estas técnicas debería de ocasionar.
Pero así, con todo lo anterior, la historia de encuentros y desencuentros de Lizzy, resulta ser emotiva, aunque hablar de las sensaciones que provoca una cinta es subjetivo, para mí así lo fue. Ya quisieran muchas películas ejecutar con tal pulcritud una historia de amor, desamor o bien un encuentro inesperado. Ninguna actuación es extraordinaria, ni tampoco fallida, lo más rescatable en mi opinión es la banda sonora, apabullante.
Para quien no haya visto ninguna de sus cintas recomiendo ver Chunking Express, antes de My blueberry nights, puesto que ésta última podríamos considerarla como la extensión de la primera. Caso curioso en el cine de Wong Kar Wai, su filmografía tiene extensiones de los residuos de las cintas primarias, ejemplo de lo anterior, Ashes of time, encuentra su extensión en Ashes of time redux; In the mood for love tiene su extensión en 2016. Sin más con cualquier película que usted comience a ver la obra de este autor, disfrute y esté consciente de que está frente a uno de los más grandes cineastas de nuestro tiempo, de los mejores de finales del siglo XX e inicios del XXI.